2006/01/27

A Mozart en sus dos siglos y medio

Queridísimo Juan Crisóstomo Wolfgango Amadeo, ¡felicidades! O sea, felices nosotros por tenerte.

¿Y si una instancia superior hubiera hecho quemar tus partituras? ¿Borrar tu nombre de impresos y manuscritos? ¿Pasar tus escasos retratos por la máquina de picar?

Podría ocurrir, ¡pero aún no ha ocurrido! ¡Felicidades!

Habrás de saber, aunque seguro que ya lo sabes todo, que entre el otro aniversario, el de 1991, que también inundó el planeta de música tuya interpretada de todas las maneras imaginables –muy bien, bien, peché, mal, espantoso, de juzgado de guardia– y éste ha habido un gran acontecimiento en el mundo, a saber, la invención de la islamofobia. Tú, querido, no lo habrías tenido hoy tan fácil para estrenar El rapto en el serrallo. Sí, el bajá Selim resulta ser un gran tipo, pero ¿y su intendente Osmin? ¿Un musulmán, por muy turco que sea, empinando el codo hasta la curda total y dando vivas a Baco? Vivat Bacchus, Bacchus lebe, Bacchus war ein braver Mann.
¿Y jurando por las barbas del Profeta? Beim Barte des Propheten!
Imposible.

Para ti, Wolfgang, cuando faltaban todavía unos pocos años para que a alguien se le ocurriera poner por escrito los derechos del hombre, el libreto del Rapto era otra variante de la turquerie entonces en boga –como antes la chinoiserie, como después la japonaiserie–, y Osmin un personaje para hacer reír. Sí. Cómo no iba a hacer reír, en la Viena de 1782, un gordo con turbante que se pasma de que los ingleses permitan a sus mujeres hacer su voluntad, y que machaconamente repite la misma receta para todo el que le contraríe:

"Primero decapitados, luego colgados –Erst geköpft, dann gehangen,–, luego ensartados en estacas ardientes –dann gespiesst auf heisse Stangen,–, luego quemados, luego atados y ahogados –dann verbrannt, dann gebunden– y, por último, desollados –und getaucht; zulezt geschunden–."

Bien. Algunos pensamos que reírse de esas cosas sigue siendo lo más saludable. Otros no.

Hoy se representará el Rapto en Cagliari, Düsseldorf, Leipzig y Munich; pasado mañana en Dortmund; en abril en Helsinki; en mayo en Chicago, Madrid, Turín y Viena; en junio en Varsovia; en agosto en Salzburgo...
Y para marzo se anuncia en Beirut, y para abril en Casablanca.

Así que no todo está perdido. Vivat Bacchus!

Tu siempre devoto y agradecido
Martinito