2006/08/16

Lo que piensa un yihadista británico

Hassan Butt era ya conocido en Gran Bretaña cuando Aatish Taseer le hizo una reveladora entrevista en 2004. En esa fecha tenía veinticinco años; era un pakistaní británico de segunda generación, nacido en Manchester, hijo de una familia adinerada. Señalaba Taseer en el preámbulo a la entrevista, publicada tras los atentados de julio de 2005 en Londres, en la revista Prospect Magazine:

“Hassan Butt, el joven pakistaní británico que fue portavoz del grupo extremista al-Muhajiroun y colaboró en el reclutamiento de combatientes contra las fuerzas de la coalición en Afganistán, encarna ese viaje desde la frustración y el desarraigo hasta el islam radical. El mundo que describe antes de que, a los diecisiete años, se le acercaran miembros del grupo islamista Hizb ut-Tahrir (HT), era un mundo desordenado. Cuando le entrevisté el año pasado, declaró que HT le había mostrado un islam capaz de aportar orden a su vida. Aceptar el islam significaba la creación de un equilibrio social antes ausente. El islam estaba desempeñando el mismo papel que desempeñara en la Arabia del siglo VII, llevar ley y estructura a comunidades en descomposición.” (...)

“Butt se separó de al-Muhajiroun (que a su vez era una facción escindida de HT) y de su fundador, Omar Bakri, porque sostenían la idea islámica de un “pacto de seguridad”, por el cual los musulmanes de Gran Bretaña tendrían prohibida toda acción armada dentro del país. Butt opinaba que una acción armada contra Gran Bretaña sería imprudente por la razón práctica de que pondría en peligro la protección que “Londonistán” ofrecía a los musulmanes radicales, pero no estaba dispuesto a admitir que una acción de esa clase fuera contraria al islam.” (...)

“El islam radical recluta a los suyos en muchos sectores, pero en Gran Bretaña sus agentes tienen un perfil: pakistaní británico de segunda generación.” (...)

“Butt fue, por poco tiempo, una celebridad menor del extremismo musulmán británico cuando volvió de sus actividades de reclutamiento en Lahore, en diciembre de 2002. Fue arrestado, se le retiró el pasaporte y permanece bajo vigilancia.” (...)

Todo parece indicar que las ideas de Butt podrían ser, punto más o menos, las de los autores de los atentados del metro londinense y del complot para provocar una gran catástrofe aérea que fue desarticulado hace pocos días. Damos a continuación una traducción abreviada de la entrevista, originalmente publicada aquí. El texto íntegro en inglés puede leerse aquí. Los incisos entre paréntesis son de Taseer; los puntos suspensivos entre paréntesis indican nuestras omisiones.

Butt: Yo fui parte de al-Muhajiroun, pero nos separamos por diferencias. Ellos tienen esa idea -derivada del Corán, una opinión islámica válida pero que yo no creo aplicable a ciudadanos británicos- de un “pacto de seguridad”. Eso quiere decir que los musulmanes de Gran Bretaña tienen prohibida toda acción militar en Gran Bretaña. No es que yo esté a favor de la acción militar en Gran Bretaña, pero si la hiciera alguien que fuera británico tampoco tendría nada en contra. Islámicamente, mi deber sería apoyar y alabar su acción. No sería necesariamente lo más prudente, pero no sería contrario al islam, como afirmaba al-Muhajiroun. (...)

Taseer: ¿De dónde cree usted que nace la idea del pacto de seguridad? Yo he hablado con un imán que decía que no es lícito atacar al país huésped. El que quiera apoyar a los iraquíes, que vaya allí a apoyarles.

Butt: Como usted sabe, la mayoría de los imanes no han venido aquí como ciudadanos británicos. Hay una diferencia entre un ciudadano nacido en el país y el que está aquí con un visado o un permiso. Islámicamente, estoy de acuerdo en que alguien que viene huyendo de Oriente Medio -donde se persigue a gente como yo- y dice: “Gran Bretaña, quiero que me protejas”, ha contraído un pacto de seguridad. Dice: “Mira, protege mi vida y a cambio yo no te haré daño”. Con eso estoy de acuerdo al cien por cien, pero la mayoría de nuestra gente, especialmente los jóvenes, son ciudadanos británicos. No le deben nada al gobierno. No pidieron nacer aquí; tampoco han pedido que Gran Bretaña les proteja.

Taseer: ¿Así que no han entrado en ningún pacto?

Butt: No tienen ningún pacto. En lo que a mí me concierne, el hukum (orden) islámico que yo sigo dice que una persona no tiene pacto de ninguna clase con el país donde ha nacido.

Taseer: ¿Debe obediencia al país?

Butt: No, absolutamente ninguna. Ni siquiera la persona que ha hecho un pacto debe ninguna obediencia, lo único que dice es que no atentará contra la vida, el honor, la riqueza, la propiedad, el espíritu, etcétera, de los ciudadanos que tiene alrededor.

Taseer: ¿Su argumento se basa en que, siendo estas personas “británicas”, no tienen que tener necesariamente algo de lealtad a Gran Bretaña?

Butt: No, eso es lo que digo. No tienen lealtad de ninguna clase; no deben obediencia al gobierno.

Taseer: ¿Quizá no al gobierno, pero sí al país?

Butt: ¿Al país? No.

Taseer: ¿Usted siente alguna?

Butt: Yo no siento absolutamente nada por este país. No tengo nada en contra de los británicos; pero si alguien les ataca, no tengo nada en contra tampoco.

Taseer: ¿A quién presta usted obediencia?

Butt: Yo obedezco a Alá, su sharía, su modo de vida. Lo que él dicta que es bueno es bueno, lo que él dicta que es malo es malo.

Taseer: ¿Siempre ha sido así para usted?

Butt: ¿Siempre? No. Yo me crié en una familia muy abierta; somos sólo cuatro. Mis padres nunca nos hacían rezar, nunca nos hacían ir a la mezquita, no como en la familia típica pakistaní, donde se asegura que el niño aprenda. Yo no aprendí absolutamente nada.

Taseer: Entonces, ¿cómo descubrió, o redescubrió, el islam?

Butt: Siendo cachemirí soy impulsivo por naturaleza, como lo son mis hermanos. Ya antes de ser musulmán practicante era muy impulsivo. Esa impulsividad nos estaba llevando por una cuesta abajo de destrucción. Mucha de la gente con la que me crié estaba metida en la droga, en el delito, en la prostitución, a edad muy temprana. Recuerdo cuando me tropecé con el primer musulmán que me habló del islam en un lenguaje que yo entendí. Señaló que yo tenía mucha ira y frustración, que debía dirigir de una manera más productiva. A partir de ahí fue cuando empecé a discutir seriamente sobre el islam; aunque fuéramos impulsivos, yo y mis hermanos siempre tuvimos cabeza, no éramos matones. Seguíamos destacando en los estudios y sacando sobresalientes.

Taseer: ¿Qué edad tenía cuando cambió?

Butt: Tenía diecisiete años cuando realmente empecé a practicar.

Taseer: ¿Fue a través de una mezquita?

Butt: No. Fue a través de personas que conocí, que empezaron a hablar un lenguaje que yo entendía, que iban más allá de la mera oración. Entiendo la enorme importancia de eso.

Taseer: ¿Cómo le abordaron?

Butt: Mi hermano mayor estaba en la universidad, yo todavía en la escuela secundaria. Como la universidad era un poquito más abierta a actividades islámicas que el instituto, conocimos a unos miembros de Hizb ut-Tahrir en una masjid (mezquita) y empezamos a hablar. En aquel momento la masjid se llenaba de todos modos, porque era ramadán. Me enseñaron que más allá de la recitación del Corán, la oración, el ayuno, el hajj, el islam es un sistema completo, un modo de vida completo, y cómo eso valía para nosotros y nuestro lugar en la sociedad.

Taseer: ¿Cuál es la filosofía de Hizb ut-Tahrir?

Butt: La idea es que los musulmanes de Gran Bretaña tienen que mantener su identidad islámica y trabajar por el restablecimiento de un califato islámico, o khalifah como decían ellos, basado en los cuatro primeros califatos del islam.

Taseer: ¿Dónde?

Butt: En los países musulmanes. Ésa es una de las diferencias que yo tenía con ellos.

Taseer: ¿Usted querría ver el califato también aquí?

Butt: Absolutamente. ¿Cómo vamos a poner límites a algo que empezó en Medina y se extendió a todo el mundo musulmán?

Taseer: ¿Todos tendrían que hacerse musulmanes, o funcionaría dentro de la sociedad existente?

Butt: No, es una estructura de ley y orden.

Taseer: ¿Una autoridad central?

Butt: Una autoridad central islámica. Que la gente sea musulmana o no carece de importancia. Pero hasta orientalistas como Gilles Kepel están de acuerdo en que el islam era tan poderoso que fue el único modo de vida que abrazaron tanto el conquistado como el conquistador. Cuando los mongoles atacaron el islam, se hicieron musulmanes; lo mismo los turcos. Hasta las poblaciones conquistadas por el islam, ellas mismas abrazaban el modo de vida. Se dice que fueron forzadas por la espada, pero en ese caso, cuando se retiró la espada, ¿por qué no volvieron a lo anterior? Sencillamente porque no es verdad que fueran forzadas. La belleza intrínseca del islam hizo que la gente quisiera abrazarlo.

Taseer: Hay lugares donde no pasó, como la India.

Butt: Para mí el subcontinente fue una tragedia; nunca tuvo el islam que fue introducido en España, por ejemplo, o en el norte de África. Desde muy pronto los mogoles tomaron el poder, y la India se distanció del islam central. Los musulmanes árabes nunca se concentraron lo bastante en aquellas gentes, y por eso la mayoría de los musulmanes de allí nunca lo abrazaron.

Taseer: Ha dicho usted que antes era impulsivo; ¿ahora está más sereno?

Butt: Me encuentro igual de emocional que era entonces, pero más capaz de expresar esa emoción de una manera islámica. Detestaría ser una persona sin emociones. Hoy se dice mucho en el mundo musulmán, por parte de ciertos intelectuales: “No reaccionéis emocionalmente, pensad racionalmente, pensad con lógica”. Supongo que será un complejo imperial por haber estado tanto tiempo bajo el poder británico. Se supone que los británicos son muy fríos, tranquilos y sosegados; pero si violan a tu hermana, torturan a tu madre y maltratan a tu padre, ¿cómo no vas a tener emociones? No tener emociones es como ser un ladrillo. Ahora yo sé canalizar mi emoción de una manera islámica en vez de no islámica.

Taseer: Hábleme de su vida cotidiana. ¿Lee libros y ve películas?

Butt: No, no, no. (Se ríe)

Taseer: ¿Cómo pasa el día?

Butt: La rutina diaria sería levantarse a rezar el fajr sin falta, mantenerme despierto todo el tiempo que pueda, por lo menos una hora, hora y media, recitando el Corán, sólo en árabe.

Taseer: ¿Domina el árabe?

Butt: Desdichadamente no como querría, y supongo que de eso debo culpar a mis padres. Pero sí pienso, una vez que me devuelvan el pasaporte, ir a un país árabe. Creo que es la llave para todo.
Taseer: ¿Trabaja?

Butt: No quiero entrar en detalles. Sí que tengo socios, pero no les gusta que diga en público que se relacionan conmigo. Hago cosas comerciales. No tengo el tipo de empleo normal de nueve a cinco. Cada vez que me he presentado pidiendo empleo han averiguado quién soy y las ideas que tengo, y el resultado es que no me quieren. Pero allí donde vaya, siempre haré labor islámica.

Taseer: ¿En el trabajo?

Butt: Incluso en el trabajo. Siempre intento ayudar a mis colegas, como musulmanes, a llevar un modo de vida más islámico.

Taseer: ¿Cómo se definiría usted como musulmán, dado que se manejan tantas etiquetas: moderado, extremista, etcétera?

Butt: Yo aceptaría que se me llame radical y un día quizá hasta me llamen terrorista, si Alá me lo permite. Sería una honra que me llamaran así.

Taseer: Pero eso no puede ser una etiqueta positiva, ni siquiera en un contexto islámico, ¿o sí?

Butt: Hay unas palabras del Profeta donde dice: “Alá me dio cinco cosas. Una de ellas fue el poder de infundir miedo, de infundir terror en el corazón del enemigo a una milla de distancia”; se refería a una batalla que había iniciado. La forma en que los guerreros se habían preparado era tan aterradora que el enemigo ni siquiera se presentó a la batalla. Además, en el Corán la palabra irhab es la raíz de terror en el islam, y al terrorista se le llama irhabiyun. Alá menciona la palabra en el Corán muchas veces: el que infunde terror en los corazones es irhabiyun. Si yo pudiera recibir ese título islámicamente estaría más que contento de aceptarlo y llevarlo con orgullo. Pero desdichadamente no he llegado todavía a ese nivel.

Taseer: ¿Por qué no?

Butt: Porque estoy encerrado en este país. No sería prudente llevar a cabo operaciones militares aquí.

Taseer: ¿Por qué?

Butt: Se perjudicaría a mucha gente. Gran Bretaña es un país muy liberal en comparación con América, donde los musulmanes no tienen muchos derechos. Éste es el tipo de país donde sí tienes muchos más derechos. Ahora que se ha perdido el Afganistán, los musulmanes realmente no tienen dónde replegarse y reagruparse, con tiempo para pensar y relajarse, sin que las autoridades te estén pisando los talones.

(...)

Taseer: En el pasado ha demostrado usted los fallos de la seguridad británica. ¿Ha mejorado?

Butt: Tiene gracia que me haga esa pregunta. He leído un libro, “Yihad” de Gilles Kepel, no por aprender nada, sino para ver si esta gente nos ha entendido. En el pasado, y hablo de hace cien o doscientos años, si los británicos lograron destruir el gobierno islámico o al califa otomano fue porque realmente vivieron entre ellos y se esforzaron por entender lo que querían destruir. Ahora intentan entender algo que es una teoría. Está en mi mente, está en las mentes de la gente, pero no es una manifestación práctica del sistema al que aspiramos, y así es muy difícil que lo contengan. El resultado es que los servicios de seguridad han perdido la capacidad de analizar cómo piensan los musulmanes; me refiero a los musulmanes de verdad, los que no se avergüenzan de hablar de sus opiniones y expresarlas en público. Por eso perderán esta guerra contra el terror, porque tipos como Kepel no nos entienden.

Taseer: ¿Piensan como usted muchos musulmanes de Gran Bretaña?

Butt: Yo diría que a la mayoría de los musulmanes de este país no les interesa ni el islam moderado ni el islam radical; les interesa vivir su vida de cada día. Se contentan con eso. Pero de la gente que practica, la mayoría piensa como yo. La diferencia está en que unos se manifiestan públicamente y otros callan.

Taseer: ¿Cómo cuantificaría ese segundo grupo?

Butt: Las cifras oficiales dicen que aquí hay 3 millones de musulmanes. [En realidad, 1,6 millones.] De eso, yo diría que hay 750.000 que se interesan por el islam, y aproximadamente el 80 por ciento de éstos se pusieron muy contentos el 11-S.

Taseer: ¿Por qué?

Butt: La motivación es complacer a Alá, lo primero y principal. Alá dice en el Corán: “Os hemos enviado –a los musulmanes, la mejor nación del mundo, a la humanidad”. Pero con condiciones, porque tenéis que recrearos en la bondad y prohibir el mal. Mientras los musulmanes obren así, se verán a sí mismos como la mejor nación. Y si la mayoría de los musulmanes sienten esta inspiración es porque entendemos que el islam es hermoso por su propia naturaleza; no es un modo de vida atrasado, medieval, como creen muchos occidentales. Por eso, históricamente, aun después de que el islam saliera de esas zonas como fuerza política, la gente se mantuvo en su modo de vida. Incluso en las cruzadas hubo musulmanes y judíos luchando hombro con hombro para evitar la dominación romana, porque decían que el islam era justo con ellos; el islam les daba derechos. En el siglo XV, durante la inquisición española, ¿a dónde corrieron los judíos? Al califato otomano, el islam era una inspiración. Todos los derechos humanos están basados en el islam, para asegurar la paz y la seguridad en el mundo.

Taseer: Según eso, en la situación actual del mundo, ¿cuál es el deber del musulmán?

Butt: Todo musulmán ha de trabajar por la implantación de la sharía como modo de vida político. Puede hacerlo materialmente, implicándose en golpes revolucionarios, o por medios políticos. Mientras no ataque ni ponga en peligro a otros musulmanes que hagan cosas distintas, yo no tengo nada en contra de ninguna de esas maneras de establecer la sharía.

Taseer: ¿Va a ser posible que los musulmanes vivan al lado de no musulmanes?

Butt: Si lo hicimos en el pasado, ¿por qué no ahora?

Tasser: ¿Tendría que ser una sociedad política musulmana?

Butt: Sí.

Taseer: ¿O podría ser como Inglaterra?

Butt: No, no podría ser como Inglaterra. Los llamados países liberales del mundo, Francia por ejemplo, alardean de libertad y de su supuesta revolución, pero están prohibiendo el velo. ¿Dónde han ido a parar ahí los derechos de los musulmanes? ¿Dónde están los derechos de los musulmanes de Gran Bretaña a apoyar a los hermanos que están siendo atacados en Cachemira? Son tantas las organizaciones proscritas por el gobierno británico que son luchadores por la libertad de Cachemira, o terroristas como ustedes dirían.

Taseer: ¿Por qué un ataque a musulmanes de otra parte del mundo afecta a los musulmanes británicos?

Butt: Porque Alá es el camino del amor. El racismo ha infiltrado el cristianismo y el judaísmo. Está en la masa de la población. Los cristianos no se ven nunca como una única fraternidad, sino como muchos dominios, mientras que los musulmanes, sea cual sea su color, sea cual sea su raza, sea cual sea su nacionalidad, se ven a sí mismos como una única fraternidad. En definitiva es eso lo que enseña el islam; que los negros, los blancos, los morenos, los rojos, los verdes –si hubiera extraterrestres en Marte-, son hermanos. Pobres o ricos, no afecta a cómo debemos tratarnos. No significa que debamos dividirnos. Y ése es el porqué de que cuando se ataca a musulmanes, la mayoría de los musulmanes arme un alboroto, porque se trata de sus hermanos y hermanas. Desgraciadamente, hoy hay musulmanes que sólo se unen a una causa buscando apoyo político o por ambiciones personales. En definitiva, si a usted le estuvieran matando hermanos y hermanas en cualquier parte del mundo, haría todo lo que pudiera por ayudarles.

Taseer: ¿Dónde ve usted a musulmanes atacados?

Butt: En todas partes. No se limita a un solo lugar. Dondequiera que se ataque a los musulmanes, y hasta que empiecen a verse a sí mismos así, siempre seguirán siendo una nación inferior.

Taseer: ¿Y por qué se les ataca?

Butt: Si no se les ataca físicamente, se les ataca mentalmente. Se les está diciendo que su modo de vida es un atraso, se les está diciendo que el que las mujeres se cubran es contrario a los derechos humanos, se les está diciendo que cortar la mano al ladrón, como ordena Alá en el Corán, está trasnochado. Se les está diciendo que su modo de vida es inferior y malo y no se debe seguir. Y muchas veces se les despoja de su identidad, como en Bosnia: musulmanes sólo de nombre, sin cultura alguna. Eso también es una guerra, a mi entender.

Taseer: ¿Por qué hay un “problema musulmán” hoy? Hace diez o quince años no existía el tipo de movimiento que hoy se ve. ¿Qué ha cambiado?

Butt: No estoy de acuerdo. Hace diez o quince años los musulmanes acababan de experimentar su primera victoria del siglo XX, contra los soviéticos en Afganistán. Es ridículo creer que fue debido al apoyo americano. Los musulmanes, sobre todo de Oriente Medio, financiaron la yihad en la misma medida o más. Está bien documentado. Con esa victoria en su haber, los musulmanes empezaron a percatarse de que podían controlar su destino político, fuera mediante revolución u otros medios violentos. Para ser sincero, yo no creo que los americanos, británicos o franceses sean los mejores maestros sobre cómo cambiar una sociedad, sólo porque ellos mismos hayan experimentado la revolución para alcanzar el modo de vida en el que creen. ¿Entonces, por qué, cuando lo hacemos nosotros, somos tan diferentes? Los musulmanes despertaron. Entonces vimos Iraq atacado, vimos Chechenia, Albania, Kosovo, Bosnia, Argelia, todas esas zonas musulmanas atacadas, y vimos que los musulmanes despertaban y decían: “Un momento, esto no es casualidad”.

Taseer: ¿Por qué cree usted que es así?

Butt: Porque tras la caída del comunismo América empezó a darse cuenta de que el islam era una amenaza.

Taseer: La caída general del comunismo no fue resultado del islam, aunque se piense que pudo ser así en el caso del Afganistán...

Butt: Eso es lo que estoy diciendo; fue un catalizador para el colapso en el Afganistán.

Taseer: ¿Por qué?

Butt: Porque el islam es un modo de vida, un modo de vida superior al comunismo y al capitalismo. El cristianismo no es más que una religión y no puede ofrecer un modo de vida a la gente, pero el islam puede. Con la caída de la Unión Soviética, la gente empezó a volverse hacia el islam como modo de vida, mientras que América quería extender el capitalismo por el mundo. Por eso el islam pasó a ser el enemigo.

Taseer: Sí, pero ¿por qué son los musulmanes el único enemigo? ¿Son los únicos que luchan contra el colonialismo americano?

Butt: No, hay los países sudamericanos que están en la lucha. Pero con la excepción de ellos y de unas pocas naciones africanas, la mayoría de los que luchan contra el colonialismo no son naciones musulmanas, sino gente musulmana. Los gobiernos musulmanes están encantados de abrazar el otro modo de vida para seguir teniendo poder.

Taseer: ¿Se considera usted algo así como un maestro religioso? ¿Habla a gente de la comunidad?

Butt: Hablo a mucha gente de la comunidad. Tengo en mi casa un gimnasio donde invito a la gente a que venga a hacer ejercicio, y tenemos grupos de estudio regulares en mi casa.

(...)

Taseer: Dado que el Corán es incontestable a la letra, y que es único porque no hay ninguna otra religión en la que haya un texto tan puro, transmitido de Dios al hombre, ¿puede haber un musulmán moderado?

Butt: No. Ha dado usted en el clavo. Si uno cree que es la incontestable palabra de Alá, ¿cómo va a tomar una posición moderada? Tiene que combatir si es la voluntad de Alá. Yo no quiero decir que los musulmanes no crean en Alá, pero sí diré que su fe en Alá es débil. Temen al hombre de la misma manera que los judíos temían al faraón, al que temían más que a Alá, y por eso les daba miedo hacer nada contra él, hasta que llegó Moisés y les liberó. La falta de liderazgo en la comunidad musulmana se debe sencillamente a que tienen demasiado miedo de levantarse contra ese supuesto gigante invencible que son los Estados Unidos.

Taseer: Volviendo a los jóvenes, ¿están airados?
(Inciso de Martinito: En el original, angry; aunque por el contexto tendría más sentido hungry, hambrientos; quizá un error de transcripción.)

Butt: Muchos proceden de familias de bastante dinero, como yo.

Taseer: ¿Así que usted no ve que este aumento del extremismo entre los musulmanes británicos tenga su origen en la desventaja económica?

Butt: Yo creo que eso es un mito que propalan los llamados musulmanes moderados. De los diecinueve secuestradores del 11-S, ¿quién no tenía un título universitario? Muhammad Atta era un ingeniero [en realidad, arquitecto y urbanista] del más alto nivel. Su profesor de Hamburgo decía que no había tenido otro alumno como él. Ni son gente desposeída ni carente de instrucción; son lo más alto de la sociedad. Han visto todo lo que hay que ver, y lo rechazan de plano porque no hay nada para ellos. La mayoría de la gente con la que yo me siento son en realidad estudiantes universitarios, hijos de familias de dinero. El islam tiene respuesta para todo el mundo, el económicamente desposeído y el más educado. No hay diferencia, el mensaje seguirá siendo el mismo. Pero ese mito de que “si esta gente se entrega al islam es porque no tiene otra cosa que hacer” es una mentira y un infundio. Tendrían que tener mucho cuidado quienes dicen eso. Hasta el propio Osama, el jeque Osama, procedía de una riqueza que yo ni podría soñar, y renunció a todo eso porque para él no tenía ningún valor. ¿Quién puede decir que procediera de una situación económicamente desfavorecida? Eso es una idiotez.

Taseer: Es claro que son conscientes de un enemigo. ¿Cuál es el rostro de ese enemigo? ¿Es América?

Butt: En este momento, América.

Taseer: ¿Y quién más?

Butt: Hay un enemigo visible y un enemigo oculto.

Taseer: ¿El enemigo visible?

Butt: El enemigo americano. A mi entender, América está liderando el ataque, seguida por Gran Bretaña, Francia, la UE, el Banco Mundial, el FMI...

Taseer: ¿La India?

Butt: La India.

Taseer: ¿Tailandia?

Butt: Tailandia, sobre todo después de lo que ha pasado recientemente. [Ataques contra rebeldes musulmanes en el sur del país]

Taseer: ¿Qué hay que hacer para pasarse al enemigo?

Butt: Apoyarle. Los japoneses tienen sólo 500 soldados en Iraq; el resultado es que han declarado la guerra al islam. China viene probando sus misiles nucleares desde el primer día en la provincia de Xinjiang; es una provincia musulmana, así que China es otro enemigo del islam. A mi entender, mientras no haya un gobierno islámico que haga tratados con esa gente, el mundo para mí es un enemigo. Pero habrá algunos a los que demos prioridad, así que no voy a empezar por atacar a los estados sudamericanos. Tengo enemigos mayores y más importantes, los que están influyendo directamente en el mundo musulmán, como América.

Taseer: En su condición de maestro y líder, ¿qué desearía del musulmán británico?

Butt: Yo diría que es necesario que todo musulmán se enorgullezca del islam, sin sentirse inferior, y leyera un libro de Mohammad Assad, un converso de Alemania en los años treinta. Yo entiendo que los británicos siguen mandando en el subcontinente, y que lo hacen a través del complejo de inferioridad. Infunden esa idea de que hay que seguir el modelo occidental para progresar. Fue una estratagema muy astuta de los británicos. Hace cien o doscientos años, sus servicios de seguridad eran mucho más inteligentes de lo que son hoy. Mi consejo a los musulmanes es que empiecen a salir de ese complejo de inferioridad, que empiecen a darse cuenta de que el islam es hermoso, que no se avergüencen de él. Si alguien dice yihad, no te dé vergüenza; si alguien dice hijab, no te dé vergüenza. Lo que Alá dice que es bueno es bueno, lo que dice que es malo es malo, no te dé vergüenza decir qué es bueno y qué es malo. Ése es mi consejo, enorgullecerse de ser musulmán, no sólo enorgullecerse, decirlo bien alto. Si ves una película realmente buena, vas y se lo dices al mundo entero: “Esa película es magnífica, no os la perdáis, tenéis que ir a verla”. Pasa igual con el islam. Si crees que es la verdad, si crees que es el modo de vida más hermoso, si crees que es la palabra divina de Alá, no te lo calles, díselo al mundo entero y no te avergüences. Los musulmanes británicos, en particular, tienen esta plataforma, porque lo que se diga en Londres o en Gran Bretaña puede llegar al mundo entero. Los musulmanes de Oriente Medio no tienen esa ventaja ni la libertad que nosotros tenemos. Debemos aprovecharla.

Taseer: ¿La acción militar forma parte del plan?

Butt: Si alguien quiere pasar a la acción militar, yo le animaría, porque Alá dice en la sura El Arrepentimiento: “De los creyentes pido su riqueza y su vida y los mejores de vosotros son los que combaten y matan y son muertos por mí”. Ésa es la promesa de Alá. Ésos son los que obtienen el éxito supremo. Para mí no hay nada más grande que el que uno vaya y mate por Alá o le maten por Alá.

Taseer: ¿Por qué atentados suicidas?

Butt: Hay una diferencia entre suicidio y martirio. El suicidio tiene que ver con la infelicidad, la depresión. Estas personas no son así. Estas personas tienen ansia de estar con Alá, estar con el Profeta, vivir con él, estar cerca de él. Son felices antes de cometer esas acciones. Probablemente están en el nivel más alto en que puede estar un ser humano antes de hacer eso. Son los más pacíficos y contentos. Hay una diferencia total y absoluta entre las operaciones de martirio y las operaciones de suicidio; en las primeras quieres hacerlo no porque estés harto, sino porque eres feliz de entrar en el paso siguiente de la vida, que es la otra vida. En las segundas, estás total y absolutamente harto de la vida.

Taseer: Usted declaró en el pasado haber reclutado británicos para operaciones de martirio. ¿Quiénes son?

Butt: La mayoría de los que, como yo, fueron a Afganistán después del 11-S eran instruidos. Comprendían la realidad de esta guerra, y muchos procedían de ambientes familiares sólidos. Tenían mujer, hijos; no tenían ninguna razón para marcharse. Pero sentían una llamada en su interior que les apremiaba a avanzar.

Taseer: ¿En qué posición está hoy el movimiento islámico radical en Gran Bretaña? ¿Va a más o a menos?

Butt: Yo sí que creo que el apoyo va en aumento. Para el público parece como si sólo un número minúsculo de musulmanes hicieran ruido, pero es que sólo un número minúsculo tiene el valor de decir lo que piensa. El resto no, sencillamente porque les preocupa que les persiga el gobierno.
(...)

Taseer: ¿Cómo ve su futuro?

Butt: Yo creo que tengo por delante un papel cada vez mayor. Ayer estuve hablando con cinco o seis hermanos de más edad sobre nuestros distintos papeles. Les decía que si yo tuviera pasaporte no estaría en este país, y no hacía más que decirles: “Todos tenéis pasaporte, no tenéis ningún problema, ¿por qué no os vais del país?”. Y entonces uno de los hermanos dijo una cosa muy bonita. Dijo: “En cada década o siglo Alá hace a alguien distinto, y así en un principio hubo pensadores políticos como Hassan al-Banna, Maududi, Sayeed Qutb. Pero ahora hemos llegado al lado más militante del islam, y ahora están Osama, Zawahiri, y el emir Khatab y Baseyev en Chechenia. A lo largo del tiempo, a cada uno le corresponde un papel”. Y yo sí que creo que me espera un papel mayor, y llegado el momento haré mis preparativos para desempeñar ese papel.

Taseer: El martirio, ¿no?

Butt: Absolutamente. Por eso me deprime de veras estar encerrado en este país, porque sé lo lejos que estoy de él. Sé que si me muriese estando dormido, no tendría la misericordia de Alá porque he sido una persona muy mala. Y no veo ninguna manera para mí de ir al cielo con la misma facilidad, si no es través del martirio.

Taseer: ¿A dónde iría si le devolvieran el pasaporte?

Butt: Probablemente al Yemen y Siria en primer lugar, porque en el Pakistán me reclaman en este momento por supuesta participación en un complot para asesinar a Musharraf.

Taseer: ¿Y después del Yemen y Siria? El enemigo al que acabaría enfrentándose serían los Estados Unidos, ¿no?

Butt: Sí. Es posible que América sea destruida estando yo vivo, es posible que yo tenga algo totalmente distinto que hacer. Pero necesito aprender árabe. Como persona que habla el inglés y el urdu, veo la belleza del islam desde fuera, pero realmente no puedo tener acceso sin el árabe. Es como tener una casa hermosa y sólo poder ver por las ventanas lo hermosa que es por dentro. Así es como yo considero el árabe. Yo creo que la lengua árabe me dará la llave para acceder a esas cosas a las que por ahora no tengo acceso. Una vez que aprenda árabe, inshallah, me adiestraré militarmente. Es como los judíos en Israel: el servicio militar es obligación de todos, hombres y mujeres.

Taseer: ¿Por qué lo ve usted como algo que acaba en la muerte? Hay muchos soldados que no piensan que el combate les lleve necesariamente a la muerte.

Butt: Porque la muerte para nosotros significa la etapa siguiente de la vida. Significa el comienzo de la vida eterna. Es algo que no podemos entender, abarcar ni apreciar realmente. Para mí es como cuando le dices a un niño: “No abras el armario”, y la curiosidad le puede y quiere saber qué hay ahí. Sólo que aquí no es por curiosidad; yo estoy seguro de que la siguiente etapa de la vida va a aventajar con mucho al placer de esta vida.

Taseer: ¿Espera la muerte con impaciencia?

Butt: Absolutamente. Siempre que se haga como es debido. Me aterra morir normalmente, hacerme viejo, gris.

Taseer: ¿No le parece que es un impulso egoísta, pensar únicamente en su propia salvación?

Butt: Como todo el mundo. La madre ama al hijo más que a nadie. Pero ni siquiera ella, en el día del juicio, mirará al hijo; Alá dice que pensará en sí misma, sólo en sí misma. En definitiva se trata de eso: yo voy a mi tumba, tú vas a tu tumba, al final cada uno va a su tumba. En este duniya (mundo), tenemos todo lo que podemos desear, pero en definitiva es por el bien de tu alma. Es el único punto del islam donde al individuo se le permite realmente ser egoísta.

Taseer: Usted ha pedido el martirio en Palestina, Cachemira, Chechenia: ¿qué tienen esas causas en común?

Butt: Todas son causas justas en las que los musulmanes están siendo atacados por un ocupante extranjero.

Taseer: ¿Pero por qué no es igualmente problemático un gobierno antiislámico, por ejemplo el del Pakistán?

Butt: Absolutamente. Ruego por que Alá acepte al hombre que hizo el segundo atentado contra Musharraf hace pocos meses. Lo hizo como mártir. Lo que hay en común para todos alrededor del mundo es la yihad, pero los lugares que usted ha citado –Chechenia, Palestina, Iraq, Afganistán- están ocupados. Luego están los no ocupados: Riad, Bali...

Taseer: ¿Qué tipo de fuerza o constitución psicológica hay que tener para ser mártir?

Butt: Hacen falta un montón de cosas. Tienes que estar en paz contigo mismo y tener esa visión abarcadora. Realmente es muy difícil. Es un nivel en el que yo no me encuentro, por ahora, sin sombra de duda. Omar Sheikh [el asesino de Daniel Pearl, educado en la London School of Economics] es el único musulmán británico que yo he conocido que esté en ese nivel... Creo que Mohammad Hanif y Omar Sharif [los dos musulmanes británicos que fueron a Israel como terroristas suicidas en 2003] estaban también en ese nivel. ¿Vio usted el vídeo de ellos que sacó Hamás? Se les veía tan felices, y yo aquí sentado, deprimido, quejoso, frustrado, y les veo que están tan felices y tan en paz con lo que van a hacer, que casi no puedo ni imaginar la piedad que tienen que tener para poder decir: “Alá, aquí estoy. Esto es lo que me has dado y esto es lo que te devuelvo”. Para eso está el lado espiritual del adiestramiento, y muchos de los campamentos -que ahora se han desmantelado- se concentraban en ese aspecto espiritual, en asegurar que sabes por qué lo haces. Como he dicho, no puede ser por curiosidad: tienes que saber que irás al cielo.

Taseer: ¿Usted piensa que matar a Daniel Pearl formaba parte de la lucha de Omar Sheikh por el islam?

Butt: Si mató a Daniel Pearl o no, no lo sé, si he de ser sincero.

Taseer: ¿Y si lo hizo?

Butt: Si lo hizo, estoy seguro de que islámicamente sabía lo que hacía.

Taseer: ¿Lo aprobaría usted si lo hizo?

Butt: Absolutamente; los periodistas siempre han sido utilizados como espías. Hasta Lawrence de Arabia, que era un espía, había empezado siendo periodista. Yo creo que Pearl era un espía: se merecía todo lo que le pasó.

(...)

Taseer: ¿Por qué no se han producido los ataques terroristas anunciados en los Estados Unidos y Gran Bretaña a raíz de la guerra de Iraq?

Butt: Si alguien atacara a Gran Bretaña, sería un total y absoluto descontrolado. No sería alguien que estuviera en la red... Quiero decir en la red de la yihad. Una bomba en Londres sería estratégicamente perjudicial para los musulmanes de aquí. La inmigración es blanda en Gran Bretaña; usted sabe lo mismo que yo que en Londres hay más musulmanes radicales que en ninguna parte del mundo musulmán. Una bomba haría peligrar la posición de todos. Tiene que haber un sitio donde podamos ir.

Taseer: ¿Así que hay un acuerdo general entre los diferentes grupos de no atacar a Gran Bretaña por razones estratégicas?

Butt: Desde luego hay una conciencia central de que no vamos a echar a perder algo por una foto mayor, sino que vamos a concentrarnos en nuestras zonas.

Taseer: ¿Por qué no más ataques en América?

Butt: América es mucho más difícil para entrar que Gran Bretaña; está tan lejos del resto del mundo.

Taseer: ¿Ve usted ataques futuros allí?

Butt: Desde luego lo que no veo es que se pare. Como se suele decir, al diablo cortarle la cabeza. Yo creo que la cabeza es América, y uno de los brazos es Gran Bretaña. Con cortar el brazo no haces nada; con cortar la cabeza sí, y por eso digo que los ataques son más probables en América.

(...)

Taseer: ¿Hay un número desproporcionado de pakistaníes que quieran tomar parte en este tipo de cosas?

Butt: En Gran Bretaña, la mayoría de los que yo conozco son de ascendencia pakistaní, y realmente están hartos del modo de vida británico (...) incluso de la cultura y las tradiciones pakistaníes no islámicas.

Taseer: ¿Como qué?

Butt: Eso de obedecer a tus mayores aunque estén equivocados, callar ante sus errores. Obligar a las mujeres a guisar y limpiar y no hacer otra cosa. Están hartos de esos estigmas.

Taseer: ¿Las mujeres tendrían un papel más fuerte en una sociedad islámica?

Butt: Ah sí, yo creo que las mujeres están en la vanguardia de esta guerra. Si nuestras mujeres pensaran correctamente, mi trabajo no sería necesario. Si nuestras hermanas enseñaran a los niños desde muy pequeños a amar la yihad, a amar a Alá, a vivir por Alá, a morir por Alá... Yo creo que les corresponde el mayor papel.

Taseer: Y no es por la situación económica de los pakistaníes.

Butt: Ya no. La mayoría de los pakistaníes de aquí están bien situados, tienen su casa en propiedad, ya no están pagando una hipoteca, muchos han ido a la universidad, no tienen problemas. Los musulmanes que tienen problemas son los somalíes y los bangladesíes, ésos son los económicamente desfavorecidos. (...)

(...)

Taseer: ¿Siente algún remordimiento por utilizar las libertades de un país para atacarlo? En cualquier país musulmán estaría en la cárcel.

Butt: Será la sangre británica que llevo dentro. Los británicos se han hecho famosos durante siglos por aprovecharse de los recursos de todo el mundo. Cuando se adueñaron de la patria de mi padre, el subcontinente, rapiñaron los recursos (...). Yo me quedo con mis creencias islámicas. No hago más que secundar una cualidad del pueblo británico.

Taseer: ¿Una tradición de engaño?

Butt: Sí.

Taseer: ¿De veras lo ve como engaño?

Butt: Sí, la guerra es engaño.

Taseer: Esto es una guerra, ¿no?

Butt: Yo no lo veo de ningún otro modo.

Taseer: Entonces ¿qué piensa de un grupo como al-Muhajiroun, que parece decir que es una guerra pero se niega a reclutar?

Butt: Es su tarjeta para salir de la cárcel. (...)

Taseer: Si es una guerra harán falta soldados, ¿no es cierto?

Butt: Sí. Yo no soy soldado. Mi cometido es tratar de usar los medios occidentales para comunicar nuestro mensaje. Recuerdo que hablé con un maulana (maestro) al que respeto mucho. Yo decía: “Tengo realmente ganas de ir a luchar”. Y él me dijo: “Mira, tú tienes acceso a muchas cosas que nosotros no tenemos. Ve y utilízalas, la guerra tiene muchos frentes. Nosotros no podemos ir a Gran Bretaña. ¿Crees que aquí nos faltan muyahidines? Los tenemos a cientos y miles. Tú eres de Gran Bretaña, puedes usar los medios, hablas su idioma, eres una persona instruida, tienes pasaporte, ve y utilízalo. Cuando te llegue la hora de luchar, si Alá lo quiere, ya lo harás. No te preocupes por eso”. Así que la guerra tiene muchos frentes, y entretanto ese egoísmo que usted decía queda aplazado hasta que llegue a una edad en la que pueda decir: “Ya he hecho todo lo que podía, tengo que pensar en mi alma”, y entonces, inshallah, iré a luchar.

(...)

Taseer: ¿Cómo fue su experiencia universitaria?

Butt: Hasta que llegamos nosotros [a Wolverhampton] no había habido actividad islámica. Éramos un grupo de quince, y decidimos ir todos a la misma universidad, y en un par de meses reclutamos a diez o quince más y nos lanzamos de una manera muy explosiva. Teníamos semanas de conciencia islámica, exigimos una sala de oración, lugar para las abluciones.

Taseer: ¿Fue radical?

Butt: Fue absolutamente radical y yo creo que las autoridades universitarias se sintieron realmente, realmente amenazadas. Recuerdo que hasta tuvimos visitas de los llamados jefes de la comunidad musulmana, que decían: “¿Qué estáis haciendo?”. Wolverhampton sólo es un pueblo, pero lo llenamos de pegatinas. Fue una experiencia francamente buena, radicalizamos mucho la universidad.

(...)

Taseer: Sé que es una pregunta difícil, pero ¿qué desea usted para el orden global, cómo le gustaría verlo reajustado?

Butt: No espero verlo durante mi vida. Hace 1.400 años había una pequeña ciudad-estado en Medina, y en diez años del Profeta (la paz sea con él), el islam se había extendido Egipto y hasta Persia. No veo por qué el resto del mundo, la Casa Blanca, el número 10 de Downing Street, no haya de estar bajo la bandera del islam. Y eso es lo que creemos: vamos a poner la base para que el islam traiga verdadera paz, verdadera seguridad al mundo.

Taseer: ¿Habrá mucha matanza?

Butt: No veo cómo no. Incluso lo que digo es muy ingenuo. Yo veo al islam traer la paz a la humanidad por un tiempo corto, pero como el hombre es como es, muy rebelde y arrogante, naturalmente habrá rebelión.

Taseer: Ha hablado de martirio para usted. ¿Mandaría a sus hijos al martirio?

Butt: Tiene gracia que me haga esa pregunta porque mi madre está arreglando las cosas para que me case. A diferencia de la tradición pakistaní, que no permite que hables antes con la chica, yo me he cuidado de hablar con la hermana, conocerla, ser compatible con ella. Obviamente no voy a salir con ella ni a cortejarla.

Taseer: ¿Alguna vez salió con chicas?

Butt: No, jamás en la vida. Es una cosa que realmente no me ha interesado jamás. Empecé a practicar más o menos a la edad en que la mayoría de los chicos empiezan a interesarse por las chicas. Pero siempre le he dicho a mi madre que yo tenía que casarme con alguien de mis mismas ideas. Tiene que ser por lo menos tan radical como yo, si no más. Ya le he dicho, a la hermana a la que me ha prometido mi madre, que espero que sea mártir antes que yo y que espero que mis hijos sean exactamente lo mismo. ¿Se acuerda del asedio al teatro de Moscú? Todas aquellas hermanas... al verlo, le dije a mi madre: tienes que casarme con alguien así, yo no me caso con nadie que no tenga esas ideas. Mi madre ha encontrado a alguien de ideas tan firmes como aquellas hermanas. Yo miré aquello y ese día me sentí muy avergonzado, unas mujeres haciendo el trabajo de los hombres musulmanes y nosotros aquí sentados mientras ellas hacían aquella imponente demostración de valor.

Taseer: ¿Alguna vez ha tenido un desliz moral en lo que se refiere al islam?

Butt: Absolutamente, somos humanos, todos tenemos nuestros deslices. Ayer les decía a mis hermanos que lo que siempre temo si muero mañana sin morir mártir es ir al infierno. No me veo yendo al jannat (cielo) con las acciones que he hecho, es tan poco lo que he hecho por el islam. Hay tantas cosas en mi carácter que me encantaría mejorar. Me veo como un musulmán muy débil que sólo puede ir a mejor.

Taseer: ¿Alguna vez ha bebido alcohol?

Butt: No, ni he fumado nunca un cigarrillo.

(...)

Taseer: Dígame, ¿por qué aceptó esta entrevista?

Butt: A diferencia de otros musulmanes, comprendo el poder de los medios. En la universidad estudié un módulo que me enseñó cómo han impactado los medios en la política. Me di cuenta de que los medios son probablemente el instrumento más poderoso, más aún que la acción militar: utilizando los medios transformas a las naciones, la opinión pública (...). Para mí, cuanto más se nos vea mejor. Aunque lo que digamos se altere y se tergiverse y se saque de contexto, sigo pensando que mejor islam tergiversado que ningún islam. Consecuentemente, aunque haya diez personas que me critiquen, mientras haya una que esté de acuerdo conmigo, se habrá cumplido ese objetivo.

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2 Comments:

At 3:55 p. m., Anonymous Anónimo said...

La entrevista con el jihadista británico es una verdadera joya. Una joya aterradora. Cuesta creerlo, pero es evidente que el islamismo es una cosmovisión fanática que deja en pañales al marxismo-leninismo. Enrique

 
At 7:16 p. m., Anonymous Anónimo said...

Lo único que me preocupa es cómo seremos capaces de afrotar al islamofascismo con los tremendos complejos que nos maniatan a los europeos.
Estamos como los romanos, acobardados y aterrados tras los muros de las ciudades, esperando pasivamente nuestra propia caída.
La historia se repite.

 

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